Este 28 de junio de 2025, el Proyecto de Integración y Desarrollo de Mesoamérica celebra 17 años de impulsar el trabajo conjunto entre Belice, Colombia, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá y República Dominicana. Nació como el Plan Puebla Panamá y se transformó en 2008 en el Proyecto Mesoamérica, un mecanismo renovado de integración regional con una visión clara y compartida: promover el desarrollo sostenible, inclusivo y resiliente de toda la región mesoamericana. Durante este tiempo, el Proyecto Mesoamérica ha sido una plataforma de diálogo y cooperación que ha movilizado más de 7,500 millones de dólares para proyectos regionales, impactando directamente la calidad de vida de más de 244 millones de personas. A través de la creación de bienes públicos regionales, ha fortalecido la competitividad y cohesión de nuestros países, con avances concretos en sectores clave:
- Energía: Ha sido clave en la consolidación del Sistema de Interconexión Eléctrica para América Central (SIEPAC), una red de más de 1,800 km que une a los países de la región en un mercado eléctrico más eficiente. Además, impulsa una Agenda Mesoamericana de Energía orientada a la transición energética, el uso de renovables y la atracción de inversión sostenible.
- Transporte: Se ha intervenido en más de 3,900 km de la Red Internacional de Carreteras Mesoamericanas (RICAM), promoviendo corredores logísticos estratégicos intermodales (carreteras, puertos, aeropuertos y líneas ferroviarias). También se han articulado agendas nacionales de transporte y logística con visión comodal, para hacer más competitivo el traslado de personas y mercancías.
- Facilitación del comercio: Se han modernizado pasos fronterizos clave y mejorado procedimientos aduaneros. También se ha promovido una agenda regional para el fortalecimiento de las mipymes, generando nuevas oportunidades para miles de pequeños negocios.
- Transformación digital: Con la Autopista Mesoamericana de la Información (AMI), se ha extendido una red de fibra óptica de más de 1,800 km que promueve la conectividad digital. También se impulsa una Agenda Digital Mesoamericana con temas como gobierno abierto, ciberseguridad y economía digital.
- Salud: Se han desarrollado planes regionales y nacionales para enfrentar enfermedades como el dengue, chikungunya y malaria, beneficiando a más, con un enfoque de salud pública preventiva, colaborando para fortalecer los sistemas de salud pública para que nadie quede a atrás en el acceso a la salud.
- Gestión del riesgo: Se ha establecido la Red Mesoamericana de Gestión Integral del Riesgo (RMGIR), con herramientas georreferenciadas que permiten una respuesta más rápida y planificada ante desastres. Con apoyo de Japón, se desarrollan planes locales que integran la gestión del riesgo con el desarrollo territorial.
- Medio ambiente: A través de la Estrategia Mesoamericana de Sustentabilidad Ambiental, se han articulado acciones frente al cambio climático, la protección de la biodiversidad, la prevención de incendios forestales y la adaptación ante fenómenos extremos. Se creó el Observatorio Mesoamericano de Educación Ambiental para facilitar el diálogo entre saberes académicos, técnicos y ancestrales, promoviendo la colaboración entre instituciones, comunidades y expertos. Además, se trabaja en el desarrollo de políticas de educación ambiental que permitan salvaguardar, de manera sustentable, la rica variedad de ecosistemas naturales de la región.
- Vivienda: Más de 8,000 familias han sido beneficiadas con el Programa de Vivienda Social, junto con nuevas iniciativas de desarrollo urbano sostenible, verde y resiliente en ciudades intermedias.
- Seguridad alimentaria: Con el programa Mesoamérica sin Hambre AMEXCID–FAO, se han fortalecido políticas alimentarias en la región. Este esfuerzo ha contribuido a superar la situación de inseguridad alimentaria para más de 60 millones de personas, promoviendo soluciones sostenibles e inclusiva
A lo largo de estos 17 años, el Proyecto Mesoamérica ha demostrado que la integración regional no es solo una meta institucional, sino una herramienta viva para transformar realidades. Es un proyecto con rostro humano, que apuesta por el desarrollo de bienes públicos regionales, donde la cooperación solidaria es el motor que impulsa a nuestros países a avanzar unidos hacia un futuro más justo, resiliente y sostenible.
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